¿Cómo tolerar las injusticias? ¿Qué hacer ante ello? Un poco de muchas cosas, sería lo mismo que decir: falta mucho de muchas cosas. Casi siempre, las injusticias se toleran porque se omiten (y olvidan) o se distorsionan (y reciclan). Las palabras portan sentidos y valores culturales instaurados de antemano, algunos más fáciles de precisar que otros, pero que, indefectiblemente, colaboran con estas finalidades. Vamos al caso especifico de “Franja de Gaza”. Llamar “guerra” a la invasión iraquí y “terroristas” a los palestinos constituye un ejemplo de distorsión. Consideramos “guerra” a un enfrentamiento armado y beligerante entre dos países. ¿Por qué los periódicos insisten con el término? ¿Por qué se supone que es tan necesario bombardear escuelas y universidades? ¿Por qué considerar a los palestinos (todos) “terroristas”? Es más fácil que el gran público lector (de todos los medios) digiera las injusticias. La utilización de las bombas kasam por parte de integrantes de Hamas no permite tildar de terrorista a toda la comunidad palestina. En contrapartida habría que culpar a los responsables, no disparar por si las moscas a propios y extraños. Es grave y triste: la quinta potencia militar a nivel mundial arrasa una región y mata (la distancia sólo posibilita semejante frialdad) 200 personas del brazo armado de Hamas, pero el resto, los civiles, los chicos, las mujeres, los hombres... La importancia no debe atribuirse a quién muere sino a la muerte.
El otro ejemplo es más hiriente. Dijimos que las injusticias se toleran mediante dos elementos: la distorsión y/o la omisión. Vale subrayar que debe entenderse injusticia en tanto público mundial que recibe la información ya masticada, lista para digerir junto a la cena. Omisión es lo que hace, por ejemplo, Obama. Para los ilusionistas que veían a Obama como esperanza y se burlaban de la definición de Chomsky. Para ellos la omisión de Obama. No dijo nada. Un silencio estremecedor que paraliza almas. De Bush ¿qué se puede esperar? Lo mismo para con los demás dirigentes europeos, el primer ministro inglés entre ellos y tantos otros. Un vacío estrepitoso entre el cielo, cincuenta kilómetros de tierra y miles de luces que pronto detonarán a espaldas de los más débiles, como siempre, mientras unos omiten y otros distorsionan. Existen tantas vendas como ojos dispuestos a utilizarlas.
Lucas Frioli
Es una nota muy humana, algo de lo que está faltando es eso, una dosis de humanidad, por parte de todos. saludos muchachos...!!!
ResponderEliminarMe gusto mucho la nota, refleja un buen sentido critico de la situacion, la injusticia es parte de la vida y aun asi tratamos de ser felices a pesar de eso.
ResponderEliminarMe gusto mucho la nota, refleja un buen sentido critico de la situacion, la injusticia es parte de la vida y aun asi tratamos de ser felices a pesar de eso.
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