LUCHA
POR DIGNIDAD
La
guerra silenciosa es una
película francesas del director Stephane
Brize y muestra a los trabajadores que buscan mantener su puesto de
trabajo y los dueños de la fabrica que los engañan para sacar
provecho de su rentabilidad. Se podrá ver a partir del 18 de abril
en los cines de
nuestro país.
Hace
dos años, la fábrica Perrin, conocida en la industria
automovilística y perteneciente al grupo alemán Schäfer, llegó a
un acuerdo para que sus trabajadores aceptaran un importante recorte
salarial con el fin de salvar la compañía y prometiendo a cambio
proteger sus empleos durante al menos cinco años. En la actualidad,
y pese a haber obtenido grandes utilidades, la compañía ha tomado
la decisión de cerrar. Con el acuerdo incumplido, los 1.100
empleados, animados por Laurent Amédéo, se niegan a aceptar esta
brutal determinación y harán todo lo posible para que la empresa
respete lo acordado.
Stéphane
Brizé encara
una película impactante, apasionante y excepcional en su realismo
sobre la lucha de unos obreros amenazados por el cierre de su
fábrica.
"Quien
lucha puede perder; quien no lucha ya ha perdido". Con esta cita
de Bertolt Brecht arranca La
guerra silenciosa,
el nuevo trabajo de Stéphane Brizé, presentado a concurso en el 71º
Festival de Cannes. El cineasta nos sumerge, en efecto, en pleno
corazón de una batalla vital, en el choque violento de la realidad
de las existencias humanas y de la forma
económica mundial de la rentabilidad.
Uno
de los grandes talentos incuestionables de Stéphane Brizé es su
capacidad para restituir a la perfección, bajo la forma de ficción
novelesca, lo que bien podría ser carne de documental. Ese
sorprendente realismo que
ya se vió
en la película El
precio de un hombre y
con La
guerra silenciosa adquiere
una dimensión épica, con esas escenas multitudinarias (que alterna
con reuniones restringidas de enfrentamiento táctico entre los
representantes de los asalariados y los poderes económicos y
estatales).
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