Decir que veinte años no es nada o que es fácil llegar y lo difícil es mantenerse, son, a esta altura, frases hechas y trilladas, pero a Blues Motel le sientan a la perfección.
Para conocer sus inicios hay que remontarse al lejano 1989 cuando se juntaron dos primos, Adrián Herrera (guitarrista) y Gabriel Díaz (cantante) para componer temas porque ya se sabía de antemano que la música era parte de sus vidas. Tanto es así que Adrián recuerda que cuando Gaba cumplió doce años la madre le dio a elegir entre una raqueta de tenis y una guitarra. La respuesta se caía de madura.
Vol 1, Mientras las Guitarras Suenen, Un tajo en la oreja, Malbec, Rescate Moebius, Corazón de buey, Golpea, En la casa de piedra y Desde el árbol, son los discos que editó Blues Motel desde su formación. El décimo tiene olor a 2009.
Presente
En uno de los días más calurosos de este febrero, Bluesmo se reúne por primera vez en el año. En la sala de ensayo hay muchas cosas para compartir: el cumpleaños de Rafa (baterista), las ganas de dejar de fumar de Ariel (bajista), las historias románticas de Nacho (segunda guitarra), las vacaciones de Adrián y las aventuras de Gaba remando por el Delta. El único que falta es el Perro (tecladista) para terminar la nómina de integrantes.
En la sala van saliendo los temas de todos los discos, pero no bien llega el parate salen al patio y la charla fluye sin vueltas.
“Es un año muy especial. Estamos muy contentos, esperando festejar nuestros veinte años y poder grabar nuestro décimo disco”, suelta Gabriel Díaz de entrada.
¿Se consideran una banda de culto?
Adrián Herrera: Hay que ver qué se toma culto, a veces se lo asocia a bandas que no llevan mucho público. Nosotros sabemos que hay gente que nos sigue desde hace mucho y que influenciamos a muchas bandas como nos influenciaron otras a nosotros.
Gabriel Díaz: Puede ser. Que no seamos masivos significa algo. Nosotros hacemos los temas y no pensamos en el hit o que sean un éxito. Intentamos que nuestros seguidores se sientan identificados con nuestras canciones.
Nacho: Lo bueno es que nadie puede decir nada de Blues Motel, hacemos lo que queremos y nos respetan.
Hay bandas que llegan a ser masivas en poco tiempo ¿Creen que es lo único que buscan?
A H: A todas las bandas nos gusta que nos escuchen la mayor cantidad de gente. La cuestión pasa por la manera que elegís para que pase eso: los canales mas fáciles o lo que dicte tu cabeza, tu corazón. Nosotros tuvimos la posibilidad, estábamos encaminados pero sacamos un tercer disco que la gente no esperaba, pero era lo que nosotros teníamos ganas de hacer. Disfrutamos haciendo esto y no queremos que sea un trabajo más. No queremos presionarnos con tocar la música que la gente quiere. Tocamos porque nos gusta.
¿Cambiaron su forma de escuchar música?
G D: Escuchamos de todo. La única época en la que no nos sentimos tan influenciados fue la del ochenta, el pop o lo bailable, pero si los sesenta y los setentas. De lo nuevo escuchamos bastante, como R.E.M o bandas inglesas. Como decía Richard: lo que uno escucha va quedando en el ambiente y uno hace algo con eso.
Nacho: Escuchar sirve para componer, sacar otros ritmos, darle otra vuelta, pero siempre va a hacer el estilo de Blues Motel.
Pasado
¿Qué recuerdan de antes que ahora dejaron de hacer?
Rafa: Las giras estaban buenas. Salíamos y nos mostrábamos tal cual éramos.
A H: Cada verano fue distinto, ahora no lo hacemos por decisión nuestra, al principio eran vacaciones de amigos, después giras en micro, hotel, etc. Pero me acuerdo de la primera, íbamos con el casetito para ver a donde podíamos tocar. El primer año fue espectacular. Difícil hacerlo ahora.
Ariel: Ese año hicimos 28 shows en 26 días. Era un descontrol. Hoy no lo podríamos hacer porque no hay lugares para tocar y hay muchas bandas para poco espacio, además de muchas restricciones.
G D : Extraño el descontrol... (risas)
Futuro
¿Cuáles son las expectativas para lo que viene?
Ariel: Teníamos pensado entrar a grabar el año pasado, pero la idea es producir bastante este disco, grabar un demo, escuchar, ver los defectos y después si, grabar definitivamente. Es decir, distinto a los tres anteriores que hicimos muy rápidos.
G D: El disco estaba proyectado para el 2008, pero tocamos mucho y después de los tres discos yo me quedé con la cabeza en blanco, pero ahora ya estoy con más inspiraciones y es bueno que el décimo disco coincida con los 20 años de la banda.
Bajo el calor, con frío en los ojos, sólo o acompañado, tirado borracho o en el medio del pelotón. Contentos o tristes, tranquilos En la Casa de Piedra o buscando algo que te enseñe a hacer tu cara o tu sombra, Blues Motel estuvo, está y estará siempre en aquellos que intenten encontrar algo más que música para pasar el rato...
Darío Gunsberg
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