Una chacarera para provocar el baile, un rock sanguinario que invita con afabilidad al pogo y unas sacudidas candomberas para agitar las caderas pueden tranquilamente marcar el rumbo estilístico de una de las bandas más sólidas del under. Brancaleone está a punto de lanzar su tercer disco “Cuero”, después de “Imposible” en 2008 y Brancaleone convida en 2009: “estamos muy entusiasmados y expectantes con la salida del disco, tenemos muchas ganas de presentarlo. Los dos discos anteriores fueron un gran aprendizaje para nosotros y estamos muy orgullosos de los dos, pero este es un nuevo desafío porque nos parece que acá si encontramos nuestra forma, nuestra particularidad”, agrega el cantante Martín Dufou.
El nombre de la banda lo pensó un ex integrante hace nueve años tomando como eje el film L’armata Brancaleone, del director italiano Mario Monicelli. Sin embargo, desde 2007, el septeto renació con otros aires.
En este nuevo disco trabajaron con Daniel Albano (El Bordo, Sin Espina, etc...) en la producción... ¿Qué les aportó?
Martín Dufou: Es una gran experiencia porque tiene el oído más afinado que nosotros. Aporta cuestiones artísticas, cuestiones que quizá a uno le pasan de largo. Fue muy importante y muy enriquecedor
¿Cómo hacen para saber a donde están parados, cuándo es el momento de hacer o dedicarse a tal o cual cosa?
M D: La vara para medir las cosas las pone uno. No uno nosotros, cualquiera, cada persona tiene la posibilidad de hacer las cosas que quiere. El otro día alguien me dijo que los orientales dicen que “el límite de lo imposible es la voluntad del hombre”. Lo imposible o posible lo decide uno y nada más. En realidad es un poco así. Si voy al cine y la película me pasa por arriba, mi voluntad de sorprenderme y conmoverme está siempre, pero depende también mucho de quién hace esa película. A lo mejor hoy no es el momento ideal para encontrarse con este tipo de cosas, pero las hay y uno está siempre buscando
José Giorgi (baterista): Para el que hace, en este caso los artistas, también es un momento raro, pero hay gente dispuesta a conmoverse y eso es buenísimo.
J G: Nosotros siempre vamos a creer que eso pasa desde los dos lados, del lado del espectador cuando vemos una película o cuando nos toca presentar lo nuestro. Lo más lindo es que los que van a presenciar ese hecho artístico estén dispuestos a sentir, a transformar...
M D: Y el que tiene la posibilidad de crear, que no se guarde nada, que cree hasta las pelotas, que invente todo lo que pueda. El que invente, que invente en serio...
¿Cuál es la diferencia de trabajar de forma independiente desde el punto de vista artístico?
M D: Está bien clara cuál es la diferencia. El tipo que trabaja y que quiere crear un mundo nuevo va a estar en un lugar diferente a otro tipo que entendió cómo es el juego y sabe qué tiene que hacer para llegar. Lo bueno de eso es que si uno sabe a dónde tiene que ir, sabe a dónde tiene que ir a buscar...
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