Gustavo Nápoli no habla como un tipo que junta 80 mil personas en un abrir y cerrar de ojos. Es el principal referente de la banda más convocante del país y tampoco lo demuestra. Chizzo habla desde la humildad y eso, para este tiempo de plena exposición mediatica, es augurio de que aún la sangre no llegó al río. El cantante y guitarrista de La Renga ocupará un lugar que lo enorgullece. Será el encargado de dar vida al lugar que supo ocupar Norberto “Pappo” Napolitano en Aeroblus: “es un flash, tanto Junior como Alejandro, son dos monstruos, se tocan todo, es una locura. Con La Renga siempre hacemos temas de Pappo, incluso lo invitamos, pero igual siempre es una emoción muy grande y un orgullo”
¿Qué recordas de Aeroblus?Era totalmente una cosa efusiva. Grabaron un disco solo y dejaron una cosa que quizá no fue muy difundida, pero Ale (Medina) es una locura, es una leyenda, como el Carpo. A veces te encontras con Black (Amaya) y son gente que le dio muchísimo al rock y a la música y es como tocar con leyendas, con tipos que realmente hicieron historia de verdad.
Tu aporte estará volcado más a los jóvenes y el 28 de mayo al Teatro de Flores seguramente irán los padres con sus hijos. ¿Qué te produce eso?
En un punto se encuentran dos generaciones, van a venir viejos rockeros y pibes de hoy y va a ser muy emocionante. Está bueno juntarse con músicos de otras generaciones y no lo puedo creer: ¡lo veo a Medina muy enterito, por suerte... ja ja!
Las restricciones para tocar en Buenos Aires provocada por el efecto post Cromagñón vuelven compleja la relación del artista con su arte. Desde aquí no se pide no-control, sino más bien, evitar que los empresarios propietarios de los principales lugares habilitados para el rock y la cultura, llenen sus arcas a costa de colocar a los músicos y autores entre la espada y la pared. Chizzo Nápoli comenta al respecto que: “la cosa cambió mucho, hay muchas bandas y hay pocos lugares para tocar. El tema de la seguridad está bien, pero restringe y a muchas bandas se les hace muy difícil. Siempre hubo trabas y hay que pelearla y traspasar esa barrera. Los que hoy la sufren son músicos que empezaron de abajo y saben lo que es patear la calle.
Hoy por hoy son el ejemplo de bandas que eligen el camino de la independencia. ¿Cómo manejan esa responsabilidad para con otras bandas y en relación a los seguidores de la Renga?
Nosotros no hacemos una bandera de la independencia, pero la lucha va por muchos caminos. No hay una sola forma de hacer las cosas, no hay por qué transar con esto o con lo otro, la oportunidad uno puede generársela como quiera, cada punto de vista es valido y uno puede sacar sus propias conclusiones. Es difícil y está bueno analizar cada circunstancia que se presenta. En una democracia uno se puede expresar y también buscar un nuevo camino. Va todo con cada artista y es bravo. Es una decisión individual...
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