Silvina Pizarro es licenciada de ciencia de la comunicación y
de a poco se fue animando a escribir poesía y yendo a talleres de escritura hoy
se anima tener su blog y mostrarlo en sociedad. En dialogo con Baldosas Flojas
nos cuenta lo importante de dejar en un papel la imaginación.
Sueños, inventivas, amor, ilusión, cosas que están en el aire
y uno no puede explicar pueden ser una definición de poesía, Baldosas Flojas
habló con Silvina Pizarro licenciada en Comunicación, escritora y nos cuenta de
que se trata escribir, para que sirve y que le inspira los poemas.
¿El papel en blanco ayuda a sacar ese pensamiento que, quizás,
uno no se anima a decir?
Si,
totalmente, en realidad, ese es un descubrimiento que tuve hace poco y que
tiene que ver más con la poesía. Hay cosas que uno solo las puede decir, sólo a
través de metáforas, o porque son muy dolorosas o por timidez, y eso es lo
grandioso de la poesía, que te permite comunicar algo convirtiéndolo en algo
distinto, pero sin dejar de tener el núcleo.
Para
mí, la poesía, es una herramienta de catarsis, para mi hay como diferentes
maneras de escribir, uno es cuando uno se pone a escribir un cuento, que para
mi es un juego, en el que se va inventando todo el tiempo, y es un juego
hermoso porque llega un momento en el que los personajes toman tal envergadura
que conviven con uno. De hecho, creo que el escritor nunca se siente solo,
porque esta con ese mundo imaginario que se va construyendo. Porque lo que
tiene de lindo la ficción es que vos lo construís y que ese mundo te construye
a vos.
Por
otro lado está la poesía, que te permite convertir algo tremendo en belleza. Me
parece que ese es el desafío de la poesía. Algo que te provocó mucho dolor o
que te provocó una sensación inusual, se transforma en metáfora. Además, este
es un ejercicio muy saludable, el escribir es muy saludable. Yo no dejo de
recomendar a todo el mundo que escriba, porque hace bien al alma, es una
comunicación interna muy fuerte que te permite entender cosas de adentro y de
afuera, y te permite explayar una partecita de tu mirada o de tus sensaciones y
eso para mi es una fiesta.
Que destacable es ese mensaje, el de poder a través de la
literatura, contar eso que a uno de le pasa, ya sea a través de la construcción
de un cuento o de ese “escupir” lo que nos pasa, a través de la poesía...¿no?
Si,
la poesía es un proceso, comparable con el escultor y la masa: lo que uno
escupe es la masa, porque eso nunca se presenta como poético. Después uno va
esculpiendo, y ahí, en medio del proceso, encentras algo que te genera emoción,
que te atraviesa. Eso es lo maravilloso de la poesía, ver algo que escupiste,
que te generó dolor o algo muy fuerte, transformado en algo bello, por lo menos
cuando uno lo escribe...
QUE SERÁ
Que será del caballero, aquel con la
frente de miel y las palabras del brujo viejo y sabio. Qué será de aquella
sensación fraterna salpicada de velos y encanto, de sombras y cofradías. La
fantasía puber renació en
el fragor del camarín alegre. Y mi mirada, silenciosa, se
revolucionó con sus fibras, entretejidas al desparpajo de tu espalda ancha y
halada. La espalda esa, que me secuestro de la cordura y la lógica. Qué será del pasillo aquel, silencioso y cabrón, que me
envolvió en tus curvas acariciadas con la luz tibia del teatro en pleno ritual
del arte. Mundos humanos sangrando de dolor y preguntas, de desamores
enhebrados a las hojas secas del otoño. Qué será del beso ese que te dibuje en
una carta anónima y fugitiva. Con la respiración del deseo y la cornisa del
rechazo. Qué será de mi cintura sin tus manos de cuero apretándome cada vez más
para adentro. Qué será de mi cuerpo sin tu locura. Qué será de mí sin tu
descabellada misericordia. Qué será del cielo sin tu voz y de mis ojos sin tus palabras. Que
será de nosotros sin
las palabras naiff. Un encuentro pecaminoso, atado a las cadenas
de la manzana roja y brillante. Que será de mí sin tu cuerpo que recorre el
aliento. Cuántas noches hubiesen sido en vano sin
las tazas de porcelana trazadas con el aire de tu sonrisa.
Pícara, airosa y reverenda. La reina de las estrellas que custodian la pena de
los corazones solitarios. Un sofá verde es el único testigo del colorcito ese
que se desprende de tus ojos cuando el manto de tu piel se agita en
el bosque de la fragilidad anónima y expectante. Fuiste el amor
del viento y lo mejor de mis ojos. Fuiste el fantasma que pisa el presente y el
albañil de mi castillo habitado de risa. Fuiste el encuentro de la piel hecha a baño maría con almendras y azúcar. Fuiste el verdugo de mis noches sin
aliento, ni oxigeno. Sin viento, ni lluvia. Fuiste el pecho abierto de par en
par enfrente del océano inundado de fe y hermosura. Como
las mariposas que aletearon en
el fragor de la noche aquella,cuando nuestras narices fueron las
únicas protectoras del frío, del desamparo y del olvido
Podes leer a Silvina en su blog
www.silvinapizarro.blogspot.com.ar
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