Al cumplirse 50 años de La espera trágica, la primera obra de Eduardo Tato Pavlovsky, Eduardo Mich convocó a un grupo de personas para homenajear a este gran autor, actor y director. ¿Es posible concebir el teatro argentino sin tomar en cuenta la impronta de Pavlovsky? Definitivamente no. “A mí me sorprendió la repercusión que tuvo el homenaje y la convicción de mucha gente que colaboró con el proyecto. Por Tato tengo un profundo respeto y cariño. Él merece esto y mucho más”, comenta Mich.
Eduardo Pavlovsky se convirtió en un referente del teatro nacional en la década del 70 cuando sus textos empezaron a sonar fuerte debido a la visión política de la vida y las cosas propuestas por el autor. Este es su sello y su razón de ser. “Tato es indespegable de un social histórico. Cuando estuvimos presentando Sólo brumas en el festival de teatro político en Francia (Centro Dijon Bourbogne), la obra fue muy bien recibida. Lo atraviesa por todos lados. Cuando se sienta a escribir, nadie está ajeno a eso. Siempre el social histórico atraviesa al artista en algún sentido. Sólo brumas habla de que hay muertes de niños, de bebés que se pueden premeditar, sean ocho, sean seis. A mí me afecta, a mi me atraviesa, me incluye. Eso es lo que nos dice Tato: “pensemos en lo que nos está pasando y que opinión tenemos”. ¿Cuando la historia de teatro se vuelve banal? Cuando habla de un personaje, con su problemática individual que puede afectarme o no como espectador, pero que no tiene un social histórico que lo atraviese. De Sólo brumas no se habla de los pibes que se están muriendo, sólo ves cunas con pibes que tiran a la basura. El texto es disociado de lo que estás viendo, pero hay una indicación que va más allá de lo que puede ser el teatro, que sí es el teatro de Pavlovsky que tiene una implicación política social histórica”, explica Eduardo Mich.
En distintas salas se presentaron obras de Pavlovsky, textos inéditos y charlas para discutir las implicaciones de la obra de Tato en la actualidad. Potestad, Dirección contraria, Las personalidades de Samuel Yunque (interpretación de La espera trágica) y El señor Galíndez, entre otras, fueron las obras que se representaron en tres días. Un homenaje justo para un hombre justo y comprometido hasta la medula con las causas más nobles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario