martes, 21 de octubre de 2008

Boleros psicoanalizados

Jorge Vigetti, director de la obra de teatro "Sabor A Freud", escrita por José Pablo Feinmann, charló con BALDOSAS FLOJAS y contó cómo fue pensada la puesta en escena y el trabajo que hizo con los actores para que los sábados a las 21 hs la gente se divierta, piense, analice y se lleve algo del teatro Boedo XXI.


Unir a la psicología, la filosofía, el humor, el cine, los boleros, el amor, la esquizofrenia, la desgracia, la racionalidad y la irracionalidad en una misma pieza teatral sólo lo puede lograr una de las mentes más lucidas que tiene nuestro país, es decir, José Pablo Feinmann en su escrito "Sabor A Freud". Jorge Vigetti la eligió para representarla porque "andaba buscando una obra con este estilo, muchos se sorprenden que José haya escrito una comedia, pero justamente esta particularidad hace que tenga de todo o mejor dicho que no le falte nada"
¿Qué significa dirigir una obra de José Pablo Feinmann?
Cuando pensas en el se te viene a la cabeza el intelectual, el filosofo, el escritor, el amante de cine, el loco lindo, el gordo bueno, por ello todo esa capacidad esta reflejada en el texto, por suerte el otro día vino a la función y le encanto la puesta y eso, tanto a mi como a los actores, nos llena de satisfacción.
¿Cómo resumiría "Sabor a Freud"?
Es una comedia. Todo pasa en un consultorio donde hay un psicoanalista racional y una paciente esquizofrénica, que parece retrotraída, pero cuando se suelta es una cantante de boleros muy pasional, que hará de la sesión una cita, echando a los demás pacientes y haciendo que la sesión que debía durar 30 minutos dure tres horas. El consultorio se convierte en un lugar donde lo inconsciente se apodera de ambos.
La mujer se convierte en un terremoto que lleva la situación a lo que realmente les gustaría haber sido, a la década del cincuenta con boleros, recuerdos y el anhelo de ser estrellas de cine de esa época como Humphry Bogart e Ingrid Bergman.
Para que te des una idea de lo ambigua que es la obra, la paciente termina ayudando a resolver los conflictos al psicólogo que por su pasado no se animaba a bailar boleros como antes, ni siquiera se anima a cantarlos, ahí es donde afirmo que Feinnman agrega todo lo que sabe y le gusta.
¿Cómo fue el paso del texto a la obra y el manejo de los personajes por parte de los actores?
Esta obra tiene mucho texto por eso fue muy llevadera, igualmente los dos actores, Susana Fernández y Hugo Varelo estaban muy entusiasmados. Al principio hicimos ejercicios para ir llevándolo porque ambos actores debían interpretar dos personajes diferentes y disimiles entre ellos por eso era fundamental el entender bien de qué se trataba. La técnica que utilice fue el juego de cambiar personajes, cambiar roles, ellos estaban muy entusiasmados y eran como los alumnos aplicados, venían a los ensayos con más cosas sabidas de lo que se les pedía. Así seguimos hasta el final, la verdad que fue muy lindo el proceso, realmente jugamos y disfrutamos cada ensayo, era como unir acordes hasta que llegamos a la canción deseada. Además hay una puesta en acción que está a cargo de Soledad González, escenógrafa y vestuarista, en donde hay proyecciones sobre los actores, se muestra el inconsciente, las partes de las películas que van recordando ellos, es muy divertido.
¿Cómo es la devolución del publico?
Al termino de cada función la gente me viene a decir que le gusto, que se divirtió y que va a venir con un amigo o pariente que tiene alguna relación con estos personajes, vuelven y me vienen a presentar al que vino por primera vez a ver la obra
¿Qué cree que el público rescata de la obra?
Depende... algunos con el bolero, otros con la psicología, con el amor, la filosofía, el cine, la década del cincuenta o simplemente con la historia de dos personajes. Es muy amplia la propuesta pero se divierten y más temprano que tarde se quedan pensando en esto.

Darío Gunsberg

1 comentario:

  1. Yo vi la obra y me gusto mucho, muy recomendable. saludos.

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