Brancaleone se presentó en El Groove, junto a Las Pelotas, en el marco de Las Fiestas Clandestinas, y le cantó una hermosa Milonga a todos los presentes. Desmostrando que cuando las cosas se hacen desde el corazón, contagian de verdad.
Sábado 16, acaba de terminar el recital de Brancaleone y, luego de la fiesta, a apurarse porque empieza el “trabajo” y el reparto de volantes para nuestra fiesta, antes de que el circo Clowndestino, y el show de Las Pelotas impidan esta linda tarea que solo comprenderá aquel que está en la independencia y que sabe que a pesar de las barreras, este camino tiene mucha belleza y mucha magia.
El agite de su gente, el agite arriba del escenario y, sobre todo, la sinceridad salida del corazón, fueron los factores que posibilitaron esto que no se ve tan a menudo hoy en día. El recital obviamente tuvo, entre otros, los temas clásicos de la banda: Pelota, Torito, Vida Delivery y un cierre espectacular con Milonga.
Pero más allá de esto, la polenta del Pelado Martín Dufou, despeinando ese charango, el poder y la armonía de las violas de Juan Argain y Marcelo Henin, la bata que desarmó José Giorgi, el bajo (y sus solos atípicos) de Alejo Urbani, como no podía ser de otra manera (y como es habitual) contagiaron a propios y extraños.
Sábado 16, 12 de la noche, quién escribe estas palabras, llegó un par de minutos tarde, engañado por la rutina Clandestina. El recital empezó un poco antes de lo planeado, pero igualmente, nada se perdió y mucho se ganó, ver que se aplaude a gente que hace las cosas con sinceridad y coherencia arriba y abajo del escenario, gratifica y mucho.
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