martes, 22 de julio de 2008
Vómitos
Las arcadas no son nuevas. Menos aún las ganas de llorar o gritar. Argentina ya fue, tituló la revista Barcelona hace no mucho tiempo atrás. Por arrebato e impericia desde el gobierno, reaccionarios y conservadores vuelven a renacer de las peores tumbas. Sin más escrúpulos. Un par de caras de boludos y otras tantas de indignación les fue suficiente. Un gobierno que se dice progresista y que tropieza con sus propios errores de estadista. Habla de la redistribución de la riqueza como si la fomentara de verdad y no oculta las bellas alianzas que cierra con las peores huestes de la política vendepatria: Solá, Reutemann, Saadi, los convoy del conurbano, Cobos, De Vido, Moreno y otra sarta de personajes que intentan ver a éste como un gobierno de tinte social y redistributivo mientras concede YPF a Eskenasi, no se preocupa por la renta petrolera, ni minera. Cede a Hadad Canal Nueve y ni se mosquea. A este gobierno se les puede entrar varios costados y herir su autonomía de la nada. Sin embargo, las nauseas crecen cuando Miguenz festeja, Macri sale a despotricar, Ripoll se abraza con Buzzi, ¿qué quilombo esta Argentina? Barrionuevo crea una CGT disidente ¿Cómo si con Moyano no bastara para preocuparnos? Los Rodríguez Saá, no puede ser, me digo, con qué tupe estos tipos salen a defender qué, mientras la Argentina se vendía al menor postor en los noventa, ni siquiera abrían la boca. La panza se contrae, los músculos se aflojan. Ahí veo y escucho a los señores de la UCR, no lo puedo creer, los mismos que apoyaban a De la Rúa. “Es un triunfo del país”, afirman. Arcada y vomito. Nueva arcada y nuevo vomito. A Argentina se le viene una brava. Ni De Angeli, ni Buzzi defienden a los pequeños productores, eso seguro, no creo que el gobierno lo haga tampoco. Pero si lo pensarán de verdad porque en tantas notas no dijeron nada y se unieron a la mal bendita Sociedad Rural y se abrazaron a las señoronas de la Recoleta. Encima los medios masivos son cada vez hipócritas, pero si me meto con estos no termino más. Cierro los ojos, luego de un eructo jodido. El vomito siguiente tiene sangre. Argentina ya fue, mientras tanto, resistir es la consigna... Vuelvo a vomitar, los retorcijones continúan triturándome el estómago, casi ni respiro. La plata la manejan los de siempre, los pobres siguen siendo pobres y los ricos más ricos. El 40 por ciento del país no morfa o morfa salteado. ¿A quién le importa? Ya sin ganas, exhausto, vuelvo a vomitar, una vez más... ¿será la última?
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