sábado, 11 de abril de 2020

CINE : HACER LA VIDA


Hacer la vida es Una película de Alejandra Marino que muestra la vida de personas en un edificio con sus deseos y instintos. Se podra ver este sábado 11 de Abril a las 22hs en cine ar de forma gratuita.


En un edificio antiguo de Buenos Aires, se cruzan historias que esconden secretos tras sólidas paredes.
LUCY desea liberarse de su madre y oculta la paternidad de su hijo; LA RUSA y MERCEDES desean un lugar en el mundo pero LORENZO desea a LA RUSA; la bailarina GABY quiere ser ODETTE y MARIANO ser GABY; en secreto MÓNICA desea un bebé pero tiene a SERGIO y al dogo AQUILES.

Sus vidas se entrelazan y nadie será igual tras abrir la puerta de su más íntimo deseo.
  




Alejandra Marino directora de la pelicula la  HACER LA VIDA comento: 
"Con el guion gané Desarrollo de Proyecto del Fondo Ibermedia. La película se llamaba AQUÍ, BAJO UN CIELO CON DIAMANTES, pero surgió la duda acerca de los derechos del título, entonces me enamoré de HACER LA VIDA, porque todes los personajes desean hacer su vida aunque fallen los planes, aunque lo logren de la manera más inesperada como casi siempre nos ocurre en la vida: una mujer que desata un deseo feroz de ser madre y se convierte en alguien que ella misma desconoce, otra que sin trabajo y con un hijo no tiene alternativa que vivir con su madre y tolerar sus frustraciones mientras diseña un plan de escape gracias a la propuesta de prostituirse, un hombre que esconde su sadomasoquismo y decide revelarlo con “La Rusa”; por su parte, Mercedes y “La Rusa” deseando amor y encontrándolo en ellas mismas.
Cada personaje de HACER LA VIDA nació de algún evento real y sus particularidades de imaginar, por ejemplo, que el vecino que saludo todos los días y no me mira, o la mujer que pasea su enorme perro dogo sin correa por la plaza llena de pibes, tienen algo adentro que les quema, como la chica que encontré llorando sentada en mi umbral, súper abrigada en pleno verano porteño, y cuando me acerqué a preguntarle si podía ayudarla me dijo “gracias por no ser indiferente”, se levantó con mucha dificultad y se alejó… O como cuando pasé por una academia de baile clásico, entré porque me atrajo la música y en un salón vi un montón de nenas con tutú que eran como pajaritos frágiles pero con mucha actitud, menos una… menos esa. En fin, me gustó imaginarme historias que se entreveran y se resuelven como les sale, por impulso del deseo. Como la vida, me parece.
Fueron cinco semanas de rodaje, un lujo para una película en época de crisis.  Mientras tanto las compañeras cineastas habíamos comenzado a exigir paridad en todos los roles, a generar protocolos contra la violencia y el abuso. Pude armar un equipo de rodaje 50/50 en cabezas de equipo. Fue la primera vez que trabajé con una DF mujer, con una foquista, con una gaffer y  fue una experiencia estupenda. Cada jornada era hacer las puestas juntas en comunión de objetivos, tal vez porque la peli tiene varios personajes en los que nos reflejábamos.
Acerca del casting, lo hice personalmente entrevistando a quienes ya había imaginado y también viendo actores y actrices en obras de teatro. Fue un hermoso trabajo con cada une de construcción de personajes. Y además rompimos las reglas porque tenemos un niño y un perro (un auténtico dogo argentino!).
Sé que las historias corales son un desafío y con esta película tuve muchas ganas de contarlas, de tomar la menor distancia posible y generar emoción. Porque lo cotidiano 


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