lunes, 20 de febrero de 2017

TEATRO: ENRIQUE IV

CUANDO LO ANORMAL AVANZA Y SE HACE CARGO



Enrique IV es una obra que sale a escena los viernes 20:30hs en Hasta Trilce, Maza 177, dos de sus actores, Federico Lombardia y Juan Pablo Sierra dialogaron con Baldosas Flojas sobre de que se trata el espectáculo, la locura y lo que puede generar el teatro.



¿Es verdaderamente tal la locura, cuando la realidad se nos presenta como delirio? Locura-cordura, pasado-presente, ficción-realidad continuamente se oponen, se imbrican o se funden en esta obra cumbre de la dramaturgia pirandelliana. El protagonista de esta obra no es Enrique IV, el emperador del siglo XI, sino un contemporáneo a nosotros que en una cabalgata de carnaval, donde todos debían ir vestidos de personajes históricos, cae del caballo, su cabeza golpea contra una piedra y queda fijado en el papel que representaba: Enrique IV. Mientras todos actúan en broma, él lo hace en serio. Es entonces recluido en una mansión ambientada al estilo medieval. De eso trata la obra que sale a escena los viernes a las 20:30hs en Hasta Trilce, Maza 177, dos de sus actores, Federico Lombardia y Juan Pablo Sierra dialogaron con Baldosas Flojas.
¿De qué se trata la obra? 
Juan Pablo :  La obra cuenta la historia de un loco juega el rol de rey en su locura, del rey del siglo 20, en verdad  el estaba disfrazado para una  fiesta y yendo al lugar en la  cabalgata se golpea la cabeza y se cree que es el del disfraz, queda fijado que representa al rey del medio evo, aunque después al volver a su “normalidad” decide estar y fingir su locura quedándose encerrado. La obra habla de decidir la individualidad, que es lo que significa ser marcado por las palabras, las  opiniones corrientes  de los demás, en este caso él protagonista decide hacerse cargo de estar loco, hasta que se encuentra con el pasado antes del golpe en la cabeza y lo hará  reflexionar. Es una apuesta apegada al texto clásico, pero  Sergio, director, muestra una forma que nos pareciera  teatro independiente, una obra larga con  muchos actores, con otra producción
¿Cómo se puede distinguir la supuesta normalidad?
Fede:  Esta obra  de Luigi Pirandello  y 6 personajes de un autor , son las  obras que toman la locura cómo motor filosóficos,  el ser en un tiempo de la realidad , Pirandello  como Shakespeare  tocan generalidades, temas filosóficos a lo  teatral , no sé si es  filosofía en el teatro o es un filosofo haciendo  teatro ,es un  clásico con vitalidad permanente Enrique IV
El teatro consigue lo que no puede otras artes 
Juan : yo creo que este  momento donde estamos conectado exclusivamente  a pantallas, ni la ficcionaria  nos salva , hablamos con nuestras  tías y nos mandan un  saludos sacudiendo la mano, el teatro no deja de tener propiedades  inherentes al ahora, es un lugar de reunión una forma de arte colectiva, es encontrarse con gente arriba y abajo del escenario, es la forma de  escuchar la  existencia,  no pierde eso de vivir lo que pasa , en esta obra hay  10 actores, es muy jugado ,  salvo los teatros oficiales que están cerrados es muy difícil ver esto , ni en  los comerciales tiene  más de 4 ó 5 actores, en ese sentido el contacto con los actores es único ,
¿Creen que el teatro puede generar consciencia?
Fede si me apasiona el teatro pero, el estar una hora y  media de personas a personas sin celular, sin imágenes es un montón lo qu se consigue, ya  estar en hasta trice que se puede comer algo después es  algo, de expresividad, lo hermoso es el soporte dramático que toca sintonia a la fantasía esa sensibilidad que permite que los mensajes lleguen de otro modo, ese  giro del lenguaje pensando en los  problemas es inspirador.

Juan: en tiempos en que lo político nos quiere mostrar el  fin de las ideologías,  el abandono por creer en algo,  el teatro provoca  múltiples  sentidos, y el circulo lo cierra  el espectador, más allá de la puesta en escena , que la obra sea clásica, hay  una multitud de sentidos en la cabeza de la persona que asiste, que hacen completar la obra y que  provoca esa conmoción circunstancia del caso y el espectador no puede ser  indiferente a lo que vio ,  aunque no le  guste la obra, si bien hoy el teatro no es tan panfletario  como en los 70, el teatro enfrenta al espectador a su condición humana, ven a  otros, viviendo situaciones que les pudo pasar o no, pero visualiza  como las resuelve el actor encarnando su personaje, estando ahí no hay margen ni vuelta de tuerca, hay que convivir.

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