CONSTRUYENDO
EN CONJUNTO
Historias para no salir de casa, sale a escena los miércoles a las 21hs, en
el teatro El Método Kairós, El Salvador 4530, es una obra que une seis personajes cuyas vidas comienzan a cambiar al ver
que el linyera que duerme frente a su edificio empieza a armar un arbolito de Navidad.
Sus directoras, María Victoria Taborelli, Lucía Pratolongo y Ariana Perez Artaso,
dialogaron con Baldosas Flojas sobre la forma quetuvieron
de armar el guión, sus
referentes teatrales y la solidaridad.
En una calurosa
tarde de diciembre, en vísperas de Nochebuena, un linyera se pone a armar un
árbol de Navidad en la placita del barrio en el que habita. Este simple, pero
atípico acto, despierta la curiosidad de quienes viven en el edificio de
enfrente, dando pie a las más tristes, mágicas y delirantes historias que lo
explican. En la obra Historias para no salir de casa obra que sale a escena los
miércoles a las 21hs, en el teatro El Método Kairós, El Salvador 4530, se ve la realidad
de seis mirones, personajes que emergen, proyectan en lo que ven en aquel que
permanece en los márgenes
del sistema. El devenir de su presente quedará signado por esta presencia,
demasiado naturalizada en los tiempos que corren. Sus directoras, María Victoria Taborelli,
Lucía Pratolongo y Ariana Perez Artaso, dialogaron con Baldosas Flojas
sobre lo que les
atrae del teatro, el miedo de la sociedad, las acciones colectivas y lo que
puede transformar el arte.
¿Cómo
surgió la idea de la obra?
Lucía
Pratolongo: La idea fue la de trabajar las tres a partir de
una misma imagen generadora -un ciruja que arma un árbol de Navidad- y sobre este
punto de partida dar comienzo a
las tres diferentes historias que se narran.
Ariana Perez
Artaso: Claro, esto fue después de conocernos en el taller de
dramaturgia de Mauricio Kartun. Sentimos las tres una fuerte necesidad de
llevar lo que hacíamos a escena y nada mejor que hacerlo en grupo.
María
Victoria Taborelli: Teníamos muchas ganas de hacer teatro y nos
entusiasmaba la forma de escribir de cada una. Por eso, decidimos armar un
proyecto en el que, a modo rompecabezas, podamos construir en conjunto.
¿Qué
condición del teatro les atrajo y cuáles fueron sus referentes o influencias?
Lucía
Pratolongo: Principalmente el hoy y ahora, el hecho vivo e
irrepetible del acto teatral.
Ariana
PerezArtaso: No creo poder identificar una sola influencia. En
Buenos Aires hay infinidad propuestas y muchas de ellas tan bellas que el
referente se vuelve el hacer en sí: tanta gente talentosa produciendo te anima
a querer formar parte.
María
Victoria Taborelli: Del teatro me atrae eso que lo diferencia de todo
lo demás: sucede una vez y se va. Si no fuiste, si te lo perdiste, te lo pueden
contar, lo podés leer, pero eso no es teatro. Influencias no puedo reconocer
una, creo que es todo lo que leo, veo y escucho por ahí.
¿Ser
curioso es algo que es nato o nos van transformando así?
Lucía
Pratolongo: Adentrarnos en un universo desconocido nos hace querer curiosearlo cada vez más.
Ariana
PerezArtaso: No lo sé, pero dicen que no hay nada más curioso
que un niño, así que estimo que será algo nato. De ahí la importancia de poder
disfrutar, aunque sea de a ratos, de lo que se hace. Si no le encontrás nada
lúdico, nada divertido, mejor dejarlo pasar. No vas a encontrar nada nuevo.
María
Victoria Taborelli: No sé si es nato o no, pero creo que hay ciertos
estímulos que potencian la curiosidad, en mi caso la literatura, las series y
las películas. Esas obras que te quedan dando vuelta en la cabeza y las que
seguís indagando por un buen rato.
¿Cuáles
son las motivaciones que nos hacen participar o quedarnos mirando en un gesto
solidario o caritativo?
Lucía
Pratolongo: Verse como un individuo eslabón, como una parte de
un todo. La solidaridad no como un acto aislado sino como un modo de ser
habitual.
Ariana
PerezArtaso: Participar no siempre es fácil. Cada uno podrá
ayudar o quedarse mirando en base a la fibra que le toque una situación. En mi
caso, dejar de naturalizar ciertas cosas es un inicio.
María
Victoria Taborelli: Entender que el individualismo es una ficción y
que todo acto es político más allá de que lo queramos ver.
Si
tuvieran que comparar Historias para no salir de casa con una comida, un lugar,
un color, un momento, un libro, un deporte, un artefacto, un jugador de fútbol,
una actividad, etc. ¿Con que la harían?
Lucía
Pratolongo: La compararía con uno de esos juegos en los
parques de diversiones en los que unas
ranas sobresalen a la superficie de un lago artificial y hay que darles con un martillo en la
cabeza.
Ariana
PerezArtaso: Septiembre de 2012, Racing con arquero expulsado,
penal para San Martín de San Juan. Diego Pelletieri (mediocampista) se pone los
guantes y ataja. Historias para no salir de casa es eso para mí: la alegría de
que salga algo que te daba miedo hacer.
¿En dónde
le gustaría presentar la obra?
Lucía Pratolongo: En el método Kairós.
Ariana
PerezArtaso: Sí, nos sentimos muy cómodos ahí. Un gran anhelo
es poder llevar la obra a otros lugares más allá de Capital Federal.
María
Victoria Taborelli: Tenemos muchas ganas de hacer algunas funciones
por el Gran Buenos Aires, Entre Ríos y Tierra del Fuego.
¿Qué
facilita y perjudica la tecnología para el teatro?
Ariana
PerezArtaso: Lucía Pratolongo: Creo que no facilita ni
perjudica, depende plenamente de que el
uso esté justificado y no sea un capricho en sí.
Exacto. Es un herramienta que está ahí,
disponible. Tomarás lo que te sirva y lo que no, quedará afuera.
María
Victoria Taborelli: Totalmente de acuerdo, no creo que haya que
sostener fundamentalismos ni en contra ni a favor, es un recurso que puede
resultar productivo si se lo utiliza con un sentido claro.
¿Qué
condiciones hacen para que el miedo a lo nuevo puede generar que no participe
en una acción colectiva?
Lucía
Pratolongo: La inseguridad. La desconfianza.
Ariana
PerezArtaso: Creo que lo genial de las acciones colectivas
justamente es eso: te quitan el miedo. Apoyarse en un equipo que tira para el
mismo lado que vos te llena de ganas.
María
Victoria Taborelli: No cumplir con las propias expectativas y con las
del espectador.
¿Se
piensa en el público a la hora de pensar la puesta en escena? ¿Se puede cambiar
una escena de acuerdo a la reacción del mismo?
Lucía
Pratolongo: Sí.
Ariana
PerezArtaso: Sí, claro. A veces en tu cabeza algo parece
redondo y después, en escena, no funciona. El teatro cobra vida con el
espectador presente, si no lo tuvieras en cuenta, simplemente quedaría
incompleta tu apuesta.
María
Victoria Taborleli: Absolutamente, sin público no hay obra.
Creen que
a través del teatro se puede generar consciencia o mostrar otra forma de vida
Lucía
Pratolongo: El teatro, como cualquier otro hecho artístico,
puede mover montañas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario