EL VIOLENTO PLACER DE VIAJAR
Viva Italia, obra de teatro que
sale a escena los viernes a las 21hs en el teatro El Excéntrico de la 18, Lerma
420, trata sobre la idea de viajar a la tierra de sus antepasados, las
amistades y sus envidias sin olvidar el pasado. Su director, Walter Jakob,
dialogó con Baldosas Flojas sobre cómo llego a ser actor, el guión, la mochila
del pasado y el público.
A cualquier viaje
lo anteceden y suceden otros viajes. Las
fantasías previas a partir, envueltos en los presagios propios de una
imaginación aventurera. El regreso, y el
recuerdo, con esa sutil máquina de producir ficciones que es la memoria. Así,
el ensueño y la idealización de aquello que ya es parte de nuestro
pasado, muchas veces, sustituye a la verdadera experiencia. En la obra ¡Viva Italia!, que sale a
escena los viernes a las 21h en el teatro El Excentrico 18, Lerma 420, se
ve una relación en vísperas de un viaje y
un esfuerzo ridículo por restablecer la ilusión que se desgarra. El
director de la obra, Walter Jakob, dialogó con Baldosas y nos contó sobre cómo
se decidió a ser actor, el guión de la obra, el pasado, lo que genera un viaje
y el público.
¿Cómo llegaste y decidiste a ser actor?
Un
poco accidentalmente. Yo estudiaba cine. Y en la universidad había actuado en
un par de cortos que habían hecho mis compañeros, pero sin realmente desear ser
actor. Y en el año 99 sin saber muy bien por qué empecé a estudiar actuación
con Javier Daulte y Alejandro Maci y quedé flechado por la experiencia.
¿De qué se trata Viva Italia?
Supongo que de la imposibilidad de
aceptar que aquello que teníamos tan idealizado sea a fin de cuentas
imperfecto.
¿Cómo se te ocurrió el guión y cómo fue la puesta en escena?
El guión no fue algo que se me
ocurrió. Sino algo que fue surgiendo del trabajo con los actores. Todos somos
autores de la pieza. A partir de algunos elementos que nos interesaban como los
viajes turísticos, Italia, la peluquería, las constelaciones familiares, el
tenis y algunos vínculos que establecimos, fuimos desarrollando la historia.
¿El pasado es una mochila que nunca podemos sacar?
Diría más bien que el pasado es una
mochila que nos sacamos continuamente y que también nos volvemos a poner. O sea,
algo mucho más complejo. No tenemos el pasado encima todo el tiempo. Sino
intermitente.
¿Viajar es una forma de escapar de cómo poder vivir lo que uno es
y construye?
Viajar es un placer violento. De
repente estamos en otro lugar que nos desconoce. En el viaje escapamos de lo
cotidiano y podemos llegar a ver algo del mundo y de nosotros mismos que no
conocíamos.
Siempre creemos que la felicidad esta en otro lugar y que las
otras personas la pasan mejor ¿ A qué se debe eso?
Ojalá lo
supiera.
¿Se piensa en el público en la previa y la repercusión posterior
de la obra?
Claro,
es teatro. Se hace para un público. Con el deseo de alcanzar a alguien.
¿Podemos analizar profundamente nuestro mundo interno en un viaje?
No
lo sé. Seguramente pueda servir para pensar.
¿Cómo fue la elección de los actores?
El
proyecto surge conjuntamente entre los actores y yo. Por lo cual no hubo
proceso de elección de actores. El único actor que no estuvo desde el
minuto cero de la creación de la obra fue Marcelo Pozzi. Actor que tanto yo
como el resto del elenco admiramos mucho y que no dudamos en convocar.
¿Cree que a través del teatro se puede generar consciencia o
mostrar otra forma de vida?
Sí.
El teatro por lo general intenta mostrar todas las vidas posibles. O
inventarlas. Pero aquella forma de vida que realmente muestra es la del
verdadero actor, que la noche de función está ahí entregado al juego porque sí,
haciendo de la función un acto de celebrar, que incluye a todos.
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