martes, 26 de mayo de 2015

TEATRO: VIVA ITALIA

EL VIOLENTO PLACER DE VIAJAR

Viva Italia, obra de teatro que sale a escena los viernes a las 21hs en el teatro El Excéntrico de la 18, Lerma 420, trata sobre la idea de viajar a la tierra de sus antepasados, las amistades y sus envidias sin olvidar el pasado. Su director, Walter Jakob, dialogó con Baldosas Flojas sobre cómo llego a ser actor, el guión, la mochila del pasado y el público.

A cualquier viaje lo anteceden y suceden otros viajes.  Las fantasías previas a partir, envueltos en los presagios propios de una imaginación aventurera.  El regreso, y el recuerdo, con esa sutil máquina de producir ficciones que es la memoria. Así, el ensueño  y la idealización de aquello que ya es parte de nuestro pasado, muchas veces, sustituye a la verdadera experiencia.  En la obra  ¡Viva Italia!, que sale a escena los viernes a las 21h en el teatro El Excentrico 18, Lerma 420,   se  ve  una relación en vísperas de un viaje y  un esfuerzo ridículo por restablecer la ilusión que se desgarra. El director de la obra, Walter Jakob, dialogó con Baldosas y nos contó sobre cómo se decidió a ser actor, el guión de la obra, el pasado, lo que genera un viaje y el público.
¿Cómo llegaste y decidiste a ser actor?
Un poco accidentalmente. Yo estudiaba cine. Y en la universidad había actuado en un par de cortos que habían hecho mis compañeros, pero sin realmente desear ser actor. Y en el año 99 sin saber muy bien por qué empecé a estudiar actuación con Javier Daulte y Alejandro Maci y quedé flechado por la experiencia.
¿De qué se trata Viva Italia?
Supongo que de la imposibilidad de aceptar que aquello que teníamos tan idealizado sea a fin de cuentas imperfecto.
¿Cómo se te ocurrió el guión y cómo fue la puesta en escena?
El guión no fue algo que se me ocurrió. Sino algo que fue surgiendo del trabajo con los actores. Todos somos autores de la pieza. A partir de algunos elementos que nos interesaban como los viajes turísticos, Italia, la peluquería, las constelaciones familiares, el tenis y algunos vínculos que establecimos, fuimos desarrollando la historia.
¿El pasado es una mochila que nunca podemos sacar? 
Diría más bien que el pasado es una mochila que nos sacamos continuamente y que también nos volvemos a poner. O sea, algo mucho más complejo. No tenemos el pasado encima todo el tiempo. Sino intermitente.
¿Viajar es una forma de escapar de cómo poder vivir lo que uno es y construye?
Viajar es un placer violento. De repente estamos en otro lugar que nos desconoce. En el viaje escapamos de lo cotidiano y podemos llegar a ver algo del mundo y de nosotros mismos que no conocíamos.
Siempre creemos que la felicidad esta en otro lugar y que las otras personas la pasan mejor ¿ A qué se debe eso?
 Ojalá lo supiera.
¿Se piensa en el público en la previa y la repercusión posterior de la obra?
Claro, es teatro. Se hace para un público. Con el deseo de alcanzar a alguien.
 ¿Podemos analizar profundamente nuestro mundo interno en un viaje?
No lo sé. Seguramente pueda servir para pensar. 
¿Cómo fue la elección de los actores?
El proyecto surge conjuntamente entre los actores y yo. Por lo cual no hubo proceso de elección de actores. El único actor que  no estuvo desde el minuto cero de la creación de la obra fue Marcelo Pozzi. Actor que tanto yo como el resto del elenco admiramos mucho y que no dudamos en convocar. 
¿Cree que a través del teatro se puede generar consciencia o mostrar otra forma de vida?

Sí. El teatro por lo general intenta mostrar todas las vidas posibles. O inventarlas. Pero aquella forma de vida que realmente muestra es la del verdadero actor, que la noche de función está ahí entregado al juego porque sí, haciendo de la función un acto de celebrar, que incluye a todos.

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