HACIENDO REFLEXIONAR
El Último Salto es un unipersonal que
trata sobre un músico retirado pero decide volver en busca del éxito pero
para eso aparecerán todos sus defectos y virtudes. El actor de la obra, Julio
Pallero, que sale a escena los domingos
a las 19hs en La Ratonera Cultural, Presidente
Perón 1422, dialogó con Baldosas Flojas sobre la idea del guión, el éxito y si
se piensa en el público en la puesta en escena.
Patrick Zarlenga, músico retirado por un penoso hecho
ocurrido tiempo atrás, decide volver triunfal con un nuevo trabajo. Es muy
narcisista, excéntrico, patético. Tuvo un vínculo muy enfermo con su madre,
quien siempre se opuso a su vocación artística. Está en su living, esperando a
un ex amigo de la escuela de música, quien estuvo involucrado en aquel hecho,
para mostrarle su nuevo trabajo. Pero se enterará de algo que hará cambiar
radicalmente su actitud, en un final conmovedor. Esta es la historia del
unipersonal que sale a escena los domingos a las 19hs en La Ratonera Cultural,
Presidente Perón 1422, en charla con Baldosas Flojas su actor, Julio Pallero,
nos contó lo que es tener y cómo llegar al éxito, el egocentrismo, la ayuda que
hay que tener del entorno familiar y la función del teatro.
¿Cómo surgió la idea del
guión?
El
proyecto surgió a raíz de un monólogo que hacía en el taller de entrenamiento
actoral que dictaba el actor, director y profesor Alejandro Catalán. El trabajo
fue pulido durante los dos últimos años del taller, y siempre fui muy alentado
a continuar. Así que le propuse al dramaturgo y actor Gustavo Lista que pueda
desarrollarlo, respetando unas pocas cosas básicas de la historia.
¿Todos somos
egocentristas, excéntricos, y nos creemos que no?
No
creo que todos lo seamos, aunque hay gente que lo es, y no se da cuenta. Del
oficio del actor se dice que somos así. Tal vez si el egocentrismo está en el
oficio, considero que sólo debería aparecer en el momento mismo del trabajo
actoral, siempre y cuando le sirva para la escena y no en perjuicio de los
compañeros de elenco, si los tiene en ese momento.
¿El éxito es ser famoso y
que la gente nos aclame?
Aunque
para mucha gente el éxito sea ser famoso y que nos aclamen los demás, para
otros no es así. Creo que los últimos son minoría, que son a los que adhiero.
Para Patrick Zarlenga, el personaje que hago en este unipersonal, el éxito
radica en el afuera, en cómo lo ven, en el sensacionalismo, la apariencia, la
grandilocuencia. Pero para mí, el éxito consiste en sentir que uno llegó a la
meta propuesta, más allá de cómo lo vean los otros.
¿Cuánto ayuda la confianza de la familia para seguir
en un proyecto artístico?
La
confianza familiar puede ayudar mucho, pero creo que más bien en los primeros
años, cuando uno recién empieza, siendo seguramente adolescente o niño. Pero si
alguien ya es adulto, y su carácter y firmeza están bien plantados, debe seguir
incólume en su objetivo artístico, y más allá de su familia, lo económico, y
también de todo lo demás. Persevera y triunfarás dicen.
¿Qué cambios se pueden dar para que lo que fue un
fracaso se transforme en aprendizaje?
En
principio la confianza en uno mismo, la perseverancia, y la felicidad en estar
trabajando para eso. Y es imprescindible hacer un cierto análisis de lo que
pasó, reconocer y asumir dónde estuvo el error, si lo hubo, y ver qué cosas
modificar para aprender de eso y tener buenos resultados en el próximo intento.
¿Qué ventajas y desventajas tiene hacer un
unipersonal?
La
desventaja, sólo por llamarlo de alguna forma, es que uno está solo en escena y
no hay posibilidad de intercambio actoral con otro compañero, que eso también
suma experiencia. Las ventajas, en época de ensayos, sería que casi no hay
problemas para combinar horarios. También podría ser lo económico, ya que hay
menos dinero para repartir, ja!
¿Se piensa en el público a la hora de la puesta en
escena? ¿Se puede cambiar algo de la función de acuerdo al espectador?
Eso
es según la política de trabajo de cada actor y director, y según la
consideración y el egoísmo que ellos puedan tener o no en lo que estén armando.
Creo que un actor y un director deben tener en cuenta al público en la medida
de que la historia les llegue en cuanto a su proyección. No hablo de que la
deban entender o no, sino que se sientan implicados y que los haga reflexionar.
Igual, que la propuesta tenga una postura ya tomada desde su creación no
debería invalidar esto otro. Respecto de cambiar algo en la función o no,
también tiene que ver con la consideración, apertura y capacidad de empatía que
tenga el director y actor con el espectador. Pero si ellos están conformes con
lo que lograron y lo disfrutan, y creen que lo que hacen les llega y los hace
reflexionar, eso también es válido. Para saber mejor esto habría que ver una
situación en particular. Todo es relativo.
¿A dónde y a quién le gustaría mostrar la obra?
A
todo el mundo que quiera verla, y en todos los lugares posibles quisiera
mostrarla. Pero además de mis amigos, colegas y familia, me interesa mucho que
la vea gente con la que me gustaría trabajar, llámese directores y productores
de cine, teatro, TV, y también gente que haga castings.
¿Cree que a través del teatro se puede generar
consciencia o mostrar otra forma de vida?
El
teatro fue y es una excelente herramienta para generar consciencia, rever los puntos complicados
en las relaciones humanas, mostrar injusticias de todo tipo, hacer reflexionar sobre todo eso.
Lo de mostrar otra forma de vida debería estar dentro de esos términos, y no de
creer que la gente que hace teatro es distinta, adinerada o que pertenece o se
cree dentro de una elite.
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