miércoles, 12 de agosto de 2015

TEATRO: ANALÍA FEDRA GARCIA

CURIOSIDAD Y CREATIVIDAD

Analía Fedra Garcia es directora que actualmente tiene en cartel tres obras,  “Las Patas en Las Fuentes”, sobre el poema de Leónidas Lamborghini, protagonizada por Osmar Nuñez,  “Camaradería”,  en base a Los Camaradas de Strindberg  con la actuación de  Walter Quiroz  y a su vez, estará poniendo en escena la propuesta “El Tiempo Abundante de la Noche”, sobre diferentes textos poéticos nacionales,  desempeñadas por Ingrid Pelicori y Osmar Nuñez , en charla con Baldosas Flojas, la dramaturga  nos contó sobre cómo se acercó al teatro, la temática de los espectáculos y si se piensa en el público a la hora de pensar un espectáculo.

Camadería sale a escena los sábado a las 23hs en el Portón de Sanchez, Sanchez de Bustamante 1034, y es una nueva propuesta que aborda la temática de los egos de poder al interior de una pareja. La dominación de un sobre el otro, la posibilidad concreta de tener los mismos roles al interior de la relación, la competencia y el manejo del dinero. ¿Es posible una paridad real en el amor? ¿Cómo es estar juntos? ¿Estamos dispuestos realmente a considerarnos iguales en oportunidades y talentos?
Las patas en las fuentes  se puede ver los domingos 16, 23 y 30 de agosto en el Centro Cultural de la Cooperación, Av Corrientes 1543 a las 20hs. En la obra  se despliega el itinerario del solicitante descolocado por la ciudad, intentando  entender quiénes somos  y qué nos pasa. Es un desconcertado, un matrero, testigo y protagonista al mismo tiempo. Un antihéroe en el que se mezclan las voces de la historia, del peronismo, de los poetas, del tango, del sentido común y del fútbol. En palabras de su autor: “El solicitante empieza pidiendo trabajo y termina pidiéndolo todo, hasta la salvación en la vida eterna. ¿Pero todo hombre, toda criatura humana no es un solicitante infinito, no es en esencia un Solicitante?”
El tiempo abundante de la noche subirá a las tablas viernes 21 y sábado 22 a las 20hs y el domingo 23  de agosto a las 19.30hs con entrada gratuita en el teatro Nacional Cervantes,  Avenida Córdoba 1155.  Cuando el telón se corre el azar crea un teatro de poetas. Lo habitan el público, los actores, las voces, las palabras, las preguntas sobre la existencia y la muerte. Desaparecemos del mundo cotidiano y nos entregamos a las corrientes, a las que el azar nos arroja.
Tres obras de teatro, tres temas bien distintos pero tienen en común su directora, Analía Fedra Garcia, que en charla con Baldosas Flojas nos contó por qué estudió actuación , las obras que la marcaron, el peronismo, el amor y  la mezcla de la poesía y el teatro.
¿Cómo te acercaste al teatro y a la dirección?
Siempre tuve un acercamiento a lo artístico desde chica, aunque lo primero que hice fue estudiar música. Recién a los 23 años, empecé a estudiar actuación en Andamio 90. Luego seguí estudiando con Juan Carlos Gené y cuando asistía a sus clases de actuación podía asistir al seminario de dirección como oyente o si algún director necesitaba actores podías participar como actriz en su proyecto. Estudiar dirección fue una manera de ampliar el estudio de teatro, fue más por curiosidad, que por vocación de directora. Sabía que quería dedicarme por completo al teatro, pero el placer de la dirección lo fui descubriendo de a poco.
 ¿Qué obras te marcaron?
De chica, la primera obra que recuerdo es “El imaginario” de Hugo Midón. Volví a mi casa y me puse a jugar con el cucharón mientras cantaba y bailaba la canción. Después, “Madre coraje” de Brecht, con Cipe Lincovsky en el Teatro Cervantes. Viendo esa función tuve la sensación fuerte de que quería hacer teatro.
¿De qué se trata Camadería?
Camaradería es la historia de una pareja y dos merodeadores. Se plantean dos temas: la competencia profesional y  el manejo del dinero dentro de la pareja. Se muestran diferentes modos en los que uno intenta dominar al otro son relaciones dinámicas. Una lucha de poder, que es en definitiva una lucha en vano, porque en tanto una pareja lucha por dominar al otro, lo que se destruye es el amor.
El poder, la ambición  y la vida social pueden cambiar o romper una pareja
Lo que se devela un poco en la obra, es la distancia entre el  discursos y la acción. Y quizá eso es lo que produce rupturas en la pareja. Descubrir en el otro  a partir de algún hecho particular, que quien creíamos amar es diametralmente diferente. O bien que ya no nos sentimos unidos ni afines, que buscamos caminos diferentes. Las relaciones humanas son frágiles y en cualquier momento podemos cambiar nosotros  o el otro o una situación desnuda lo que no estaba velado a simple vista.
¿Cuándo y por qué pensaste Las patas en las fuentes?
Hace bastante que vengo  leyendo textos de Leónidas Lamborghini. Me fascina. Y  particularmente en “Las patas en las fuentes” encontré que tenía potencia dramática, porque el poema tiene un sujeto dramático: el solicitante descolocado. Es un poema, que puede plantearse como un monólogo. Un hombre atravesado por diferentes voces:  las de la historia, las situaciones cotidianas con sus frases hechas, su propia vida, sus búsquedas, anhelos, preguntas... El poema va marcando el recorrido de un hombre, que mientras atraviesa la ciudad, se hace preguntas, desde las más concretas hasta las existenciales.
¿Se puede explicar el peronismo desde lo cultural?
El arte abre preguntas. Y creo que Lamborghini, en relación al peronismo, también se preguntaba ¿Qué es ser peronista? Lo que más me atrae de él es que no baja línea, sino que se cuestiona a sí mismo y a los otros. El solicitante descolocado duda cada vez más de todo y se lanza a esa búsqueda incesante por encontrar respuestas. La obra va un paso más allá y trasciende lo ideológico.
¿Cómo surgió el tiempo abundante de la noche?
El tiempo abundante de la noche surge a partir de la convocatoria de Gabriel Cosoy en el Teatro Nacional Cervantes para participar de un ciclo de poesía argentina en escena. Es un ciclo en la sala Trinidad Guevara, en el cual a cada director/a nos asignaron una serie de poemas centrados en una temática. En mi caso, lo que aúna a los poemas son las “figuras existenciales”. Y a partir de esos poemas la propuesta es elaborar una dramaturgia y una puesta en escena.
¿Qué provoca la mezcla de la poesía y el teatro?
La poesía piensa en imágenes y el teatro permite a través del actor corporizar las imágenes y al mismo tiempo suscitarlas en el espectador. La mezcla te permite plantearte muchas posibilidades para poner a prueba en los ensayos. Trabajás con un texto que no fue creado para la puesta en escena, entonces la búsqueda de la teatralidad es un gran desafío.
¿Se piensa en el público a la hora de pensar un espectáculo?
Sí. A mí me gusta pensar que el teatro es una manera de encontrarnos todos: un texto, un autor, los actores, la propuesta de la dirección, el público. Los directores somos una especie de anfitriones. Ponemos cuestiones en común. Invitamos al público a una experiencia fuera del orden de lo cotidiano  y lo que se da en ese encuentro y en cada una de las funciones no es ni previsible ni repetible. Esa sigue siendo la fuerza de lo teatral, su potencia.
Cree que a través del teatro se puede generar consciencia o mostrar otra forma de vida.

El hecho teatral es en sí mismo distintivo de otras formas de vida. Es un trabajo creativo y en equipo. Todos necesitamos de todos. La conciencia grupal está presente en cualquier espectáculo al que asistas. Es un ejercicio diario de las relaciones entre las personas. Tenemos una tarea en común, que es la construcción de un proyecto  y cada uno desde su rol aporta su trabajo. Yo me siento una privilegiada de poder vivir de lo que amo y de cada encuentro con todos los que integran un grupo, aprendo cada día. De las peleas, los encuentros, las coincidencias y las vivencias compartidas.

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