BUSCANDO UN SENTIDO EXISTENCIAL
Las horas
Fuera de los Márgenes es una obra que saldrá
a escena los sábados, a partir del 18 de enero, a las 21:30hs en el Patio de
Actores, Lerma 568, donde se cuenta la historia de un anciano que extraña los años de su plenitud
laboral, pero un hecho lo volverá a
poner con ganas de seguir motivado con la vida. El director, Javier Margulis,
dialogó con Baldosas Flojas sobre su pasión por la historia, la rutina y el público.
Una mañana de otoño, sentado en un banco de
plaza, a un anciano lo sorprende un
violento tumulto; son los pequeños escolares que como si fueran prófugos,
salen huyendo por las escaleras de mármol como monos, gesticulando en medio de
un griterío infernal.
Tal vez porque su altura se fue atrofiando con el
tiempo y su rostro adquirió un aspecto infantil, los salvajes lo toman por su
coetáneo, así se gana sus simpatías y se vuelve popular.
Al tiempo decide llevar adelante una empresa
fantástica: Solicitar al director de la escuela primaria su reincorporación, y
lo consigue convirtiéndose en un “Veterano del abecedario”.
Esa es la
vida del protagonista de la obra Las horas fuera de los márgenes que sale al
escenario lo sábados a las 21:30hs en el Patio de Actores, Lerma 568, su
director, Javier Margulis, charló con Baldosas Flojas y nos contó la pérdida de
sentido a la vida que se siente a jubilarse, como se acercó al guión y lo que
puede generar el teatro.
¿Cómo te acercaste al
guión?
Soy un apasionado lector de la obra de Bruno Schulz;
ssubestimado y sospechado durante años por los
ucranianos por escribir en polaco, y por los polacos por ser judío, y por los
judíos por no escribir en idish, y quien segun Witkiewicz
era uno de los ”tres (escritores) mosqueteros contra la solemnidad” junto a él
mismo y a Gombrowicz, capaces de transformar la literatura polaca.
Este cuento tiene como particularidad diferenciarse
del mundo oscuro y perverso que domina toda
la obra de Schulz; sin embargo mantiene la magia de sus historias
adornadas de hermosas metáforas, la ternura de la mirada de niño que ejercita
la libertad de su imaginación haciendo natural lo imposible. Le tenía ganas
desde hace muchos años.
¿De qué se trata la obra?
Es la
historia de un hombrecito que, poco feliz con la vida que le depara haberse
jubilado, busca un nuevo sentido para su existencia. Esto es una excusa para
hablar de muchos otros temas vinculados a la posibilidad de las edades de la
imaginación.
¿Cuándo uno tiene una vida activa y se jubila
siente que se pierde el tiempo y no hay que hacer?
Modifiqué el título original, entre otras cosas,
porque hoy, más de 80 años después, un jubilado no es desechable como parecía
serlo en aquellos tiempos. La vida activa no está regida exclusivamente por la
laboral, sobre todo cuando se mantiene intacto el deseo. Sería más oportuno
hablar del prejuicio con el que jóvenes y adultos de plena vida activa, trata la
“la gente mayor” a esa tercera edad que se parece tanto a la primera y la que
no se le permite lo que a ésta.
¿Cuáles son las formas de
evitar la rutina para no caer en ser un “viejo” que no sabe qué hacer?
No hay un consejo desde mi parte y la solución que
encentra el personaje de “ Las horas fuera de los Márgenes” me parece poco
probable y tal vez por eso se transforma
en una metáfora que elude las convenciones de la vejez, la juventud o la niñez.
Todos los que reconozcan que desean, buscaran la satisfacción y ese será el
trabajo
¿Qué ayuda puede dar la experiencia a los más
chicos?
No en términos de “ayuda” en cambio si de
encontrarse con una historia inesperada, con el derrotero de un anciano que
encuentra en los más chico a sus mejores compañeros
¿Hay que buscarles lugar a todos las personas sin
importarle la edad? ¿Qué lugares pueden ser?
No es responsabilidad de ningún otro encontrarle
sentido a la propia vida. No se trata de lugares físicos, ni de sistemas de
producción. Se trata de una postura frente a la cotidianeidad
¿El sistema escupe a los jóvenes y jubilados porque
ya no tiene una vida activa económica y obligaciones de votar?
Esto no aparece como tema en el espectáculo y en
realidad importa muy poco hablar del sistema en relación a este tema
¿Se piensa en el público a la hora de la puesta en
escena? ¿Se puede cambiar escenas de acuerdo a las reacciones?
Durante el proceso de ensayos “el público” soy yo y
siempre pienso en qué es lo que me interesa contar de cualquiera de las
historias que cuento. Este yo-público se va transformando en el transcurso de los ensayos y los
descubrimientos que trae la dinámica de trabajo con el actor, van modificando
mi mirada, ampliándola, abriendo las posibilidades de comprensión a un público más
variado. En el caso de este espectáculo no había pensado, antes del momento en
que surgió “una posible mirada”, que
podríamos tener también un público joven y hasta niño capaz de entretenerse y
gozar con esta historia.
Si tuvieras que comparar la obra con una comida, un
jugador de fútbol, un lugar, un color, un momento, un artefacto, un deporte,
etc. ¿ Con qué lo harías?
Una comida : un postre seguramente,
algún tiramissu o un Balcarse
Un jugador de fútbol: Mascherano
Un lugar: Polonia (“es decir en ninguna parte”, según Alfred
Jarry)
Un color: No sólo uno; los del
atardecer mutando lentamente
Un momento: El de desperezarse
Un artefacto: Una caja cerrada de
contenido desconocido
Un deporte: Patinaje en parapente
¿Crees que a través del teatro se puede generar
consciencia o mostrar otra forma de vida?
Cuando el teatro es arte, como cualquiera de las
artes muestra que solo existe lo que puede inventarse, que no hay límite para
los sueños y que la potencia es la sustancia de la vida. Que arte, sueños,
invención y potencia son armas de la creación y están en las mejores manos.
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