INNUMERABLES ESTÍMULOS
En la obra La
inevitable llegada del otoño, que sale a escena los sábados a las 20:30 hs en
el Teatro del Artefacto, Sarandí 760, se muestra la forma de manejarse de una
familia actual, la falta de comunicación, los rencores y desconocimiento. Su
director, Pablo Viollaz, dialogó con Baldosas Flojas y nos contó los valores perdidos,
la falta de tiempo y cómo tocar temas serios con humor.
En la inevitable llegada del
otoño, obra que sale a escena los sábados a las 20:30hs en el Teatro Artefacto,
Sarandi
760, se replantea con humor y dramatismo, el funcionamiento
de una familia contemporánea cuarteada por la incomunicación, la ignorancia, la
falta de reconocimiento y rencores de sus cinco integrantes. La obra alude a la
disfuncionalidad familiar como un modelo de transformación y de adaptación
inter-generacional. Una historia que revela la voluntad desesperada por reparar
los errores del pasado y la necesidad de disfrutar de las pequeñas cosas,
cuando la vida empieza a marcar el final de los días.
Su
director, Pablo Viollaz, dialogó con Baldosas Flojas sobre cómo se le ocurrió el
espectáculo, los desencuentros familiares, la posibilidad de darnos cuenta de
la importancia del tiempo perdido, adónde le gustaría mostrar la obra y lo que
puede generar el teatro.
¿Cómo definirían a En la inevitable llegada del
otoño?
En la inevitable
llegada del otoño es una propuesta que trabaja con fibras muy sensibles, una
orquestación de pequeños estimulantes que se inyectan en el espectador de
manera silenciosa mientras éste disfruta de una historia divertida y
emocionante a la vez. Otoño no obliga al espectador a modificarse, les da las
herramientas para cada uno sea responsable de lo que hace con ellas. Otoño hace
que el tercer autor (el público) se convierta en un agente activo de principio
a fin. Esta propuesta está enmarcada en el círculo familiar, trabaja sobre los
valores humanos, los lazos familiares, la incomunicación y la ignorancia en
tiempos donde la disfuncionalidad familiar es totalmente discutible.
¿La familia paso a segundo plano debido al vértigo
y el sistema que se vive?
Yo creo que
los tiempos han cambiado, cada familia
va encontrando su manera de funcionar inclusive cuando se trata de padres
separados, por ejemplo. Hoy en día es más común que no sea uno solo el sostén
de familia, Cada integrante se carga de varias actividades y eso genera
desencuentros. Pero es un proceso de transformación, apuesto a que
encontraremos la manera de mantener las relaciones humanas con las condiciones
de vida que se avecinan.
¿A qué creen se debe la falta de comunicación en la
familia en tiempos de la supuesta revolución comunicativa?
Estamos en una
revolución de comunicación tecnológica que, por novedad y practicidad, ha
ganado espacio a la comunicación afectiva y la que tanto se extraña. Estar
conectado tecnológicamente nos permite pasar más tiempo lejos de nuestros seres
queridos sin que se note tanto la ausencia, esta manera engañosa de proceder
nos pasa factura cuando aparecen los desencuentros.
¿Se puede recuperar el tiempo perdido? ¿Qué
cuestiones pueden marcar el punto de inflexión?
No creo que se
pueda recuperar el tiempo perdido, lo que se puede recuperar es el valor que
realmente le damos al tiempo y a que se lo dedicamos. Dicen que uno no valora
lo que tiene hasta que lo pierde. Ese podría ser un punto de inflexión. Cuando
la vida nos marca el final de los días, cuando salimos de unas situación de
alto riesgo entre otras cuestiones. Solo basta con escuchar testimonios de
personas que han sobrevivido a un accidente o han perdido todo o algo muy
importante en su vida para tener un ejemplo claro.
¿El humor es una forma de replantearse cosas para
que no sea brusco un tema profundo?
En este caso el
humor llega como descomprimidor de momentos de tensión, como en la vida
intentamos distendernos de los conflictos cotidianos para encontrar un balance
emocional que sea saludable para nuestras vidas. En nuestro espectáculo
trabajamos este concepto, compactado en una hora y media, para que el espectador
pueda resistir los sumatoria de situaciones profundas que se plantean en la
historia. Muchas veces, inclusive, apostamos a que la tensión y el humor
aparezcan en simultáneo; esto último generalmente es agradecido por el público.
¿Qué cosas tiene la obra que puede sorprender a los
espectadores?
La obra intenta
disparar innumerables estímulos silenciosos hacia el espectador mientras éste
disfruta de una historia esta familia que puede resultarle divertida y
entretenida. Estos estímulos harán su trabajo como herramientas que se les deja
a mano al espectador para que sea responsable de las emociones que atraviesa,
hilando cabos, decodificando mensajes,
cada uno podrá encontrar cosas que otro espectador tal vez no. Es por
esto que en el encuentro con el público es natural encontrarse con que “no todos
ven lo mismo” siendo que todos se llevan la misma historia, y creo que eso es
sorprendente.
¿Se piensa en la reacción del público a la hora de
poner en escena la obra? ¿Se puede modificar alguna escena de acuerdo al
comentario de los espectadores?
Creo pensar en la
reacción del público pero no como destinatario final, sino como cómplice
dramatúrgico donde en su reacción está el complemento de la obra. Es decir que
por momentos creo necesario conducir al público por un sendero para que reciba
lo que sigue desde otro lugar más adecuado, pero de ahí en más queda librado a
la subjetividad del espectador. Lógico que la autocrítica podría modificar
escenas sobre la marchaLa opinión de los espectadores es
uno de los ingredientes para testear resultados. El trabajo de los actores, la
opinión del público, la crítica y la autocrítica en conjunto podrían determinar
alguna modificación.
¿Adónde y a que público les gustaría mostrar la
obra?
Es difícil llegar a
todo el público que nos gustaría llegar, es una obra que queremos pasearla por
todo el mundo, no nos cansamos de trabajarla y función tras función le
encontramos cosas que nos emocionan trabajar. Ya hemos realizado funciones en Capital
Federal, Gran Bs As, el interior del país y exterior; y hemos visto que en
todos los casos genera el mismo efecto. Esto nos empuja a un largo camino por
recorrer.
¿Se puede generar consciencia o mostrar otra forma
de vida a través del teatro?
Creo que justamente
mostrando otra forma de vida en el teatro podemos generar conciencia. A través
de historias que hacen que nos replanteemos las nuestra es ni más ni menos que
generar consciencia. Claro que una pieza teatral solo puede ser un eslabón de
una red cultural efectiva capaz de modificar la vida de las personas. El teatro
es una herramienta de transformación social.
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