El frio se apoderaba de la
noche en capital federal, salir a la calle era congelarse, pero adentro del
Marquee la temperatura era otra. Desde temprano, la gente se fue acercando, a
ver a Simón Basta! y Huetes de Baco, con el condimento emotivo de la noche del
último recital de Percobarocho.
A partir de las 21.30 hs empezó a tocar Simón
Basta! mostrando sus baladas, su rock con mensajes bien claros, sencillos, que nos
hacen reflexionar acerca de qué y cómo
hacemos las cosas. Con un set de alrededor de 45 minutos contundentes en los
que mostraron su potencial y un futuro seductor, mientras empiezan a despedir
su primer disco “Desperte” y a entrar a grabar su sucesor.
Después de que bajaran del
escenario había que tomar algo fuerte, había que sentir la agitación se apoderaba
de las almas presentes en Scalabrini Ortiz 666, porque estaba por suceder el hecho
que nadie quería: el último recital de Percobarcho.
La banda de Barracas que tiene
tres discos editados (Aquel Lugar, Plan b y Condicionando al destino) y que
decidió distanciarse por motivos musicales, subió al escenario y su gente
estalló, sabiendo que había que disfrutar cada acorde, cada estrofa y cada canción
como la si fuera la última.
Recuerdos, imágenes, recitales,
y la mente que se trasladaba a otros escenarios a través de la memoria y así,
venían al recuerdo: las giras en la costa, Unione e Benevolenza, el Ultra Bar o
la casa que tenían en su barrio, en la que tocaron más de una vez para amigos
propios e invitados, todo eso pasaba por la cabeza durante esos minutos.
Mientras tanto subían al
escenario ex integrantes de la banda y se escuchaban los temas de Plan B, Aquel
Lugar y de Condicionando al Destino. Internamente
las lágrimas corrían por sus corazones, al saber que ya no estará la
posibilidad de disfrutar de ese momento mágico que es escuchar que la banda que
nos gusta, tocará en otro lugar para ir a verlos.
“Hay que seguir, es duro pero
la música sigue” afirmó Fernando, cantante de Percobarocho. Luego se subió al
escenario todo la “familia” a saltar el último tema que quedará por siempre en
la retina de los presentes en el reducto de Villa Crespo.
Para el final del festival tocó
Huestes de Baco que dejó bien en claro que “Mientras viva una Ilusión” hay que
estar contentos, y ellos representan esa ilusión, por lo que generan arriba del
escenario. Tocaron temas de éste, su primer disco, y canciones de lo que será
su nuevo trabajo discográfico.
Con vientos bien fuertes y
aguerridos, cambiando increíblemente de estilos en cada tema, la banda de
floresta demuestra que su manera de pararse tanto arriba como abajo del
escenario es siempre con la amistad, el esfuerzo, las ganas, la solidaridad y el
compromiso, como bandera.
Durante toda la noche estuvo la
feria del libro independiente presente a cargo de la editorial “La E del Cohiue
Infinito, son su stand de libros autoeditados, compartiendo sus obras y
respondiendo inquietudes sobre la edición de libros a quienes la solicitaran.
Al escuchar el ultimo acorde volvió el frio, pero no solo por la baja temperatura de afuera sino por que se terminaba la música, que cobija y abriga los sueños, como el de Baldosas Flojas que es difundir el arte y ayudar a respirar el aire que nos niegan.
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