Que los sonidos los transporten a lugares
desconocidos, la mezcla, la fusión musical y un concepto claro de decir lo que
piensan, sienten y generan consciencia, es lo que marca a fuego a Arbolito. Ya
con el séptimo disco en la calle y volviendo a sacarlo de manera independiente,
dos de los integrantes de la banda, Pedro Borgobello (Clarinete, Quenay Coros)
y Andrés Fariña (Bajista y coros) hablaron con Baldosas Flojas de lo contentos
y orgullosos que se sienten de Acá Estamos.
¿Qué
sienten con este disco?
Pedro: Estamos contentos con el disco y orgullosos
con la vuelta a la producción independiente,
porque ahora aportamos también la experiencia que nos dieron los dos discos con
la compañía, aprender en un estudio con productor artístico, que antes no
sabíamos de qué se trataba, en los 10 años anteriores que fuimos auto gestionados,
hacíamos las cosas con lo que teníamos a mano, aprendimos con ellos, ahora hay otra
forma de hacer el disco, ese aprendizaje, esa experiencia nueva, hizo que este
disco suene distinto a los anteriores. Elegimos que el productor fuera Tito Fargo
que ya había trabajado con nosotros como productor de violas y bajos, pero en
este realizó la producción artística y eso se nota porque está muy presente su
criterio y forma de trabajar, además que nos conocía, tenemos muy buena onda y
energía, hay como una amistad; nos produjo con conocimiento de lo que era la banda, conociendo lo que hacemos, lo que nos gusta y lo que queríamos, hay que sumarle Mavi Diaz que estuvo a cargo
de las voces y Chacón que también nos conoce y le gusta la banda y el grupo.
¿Por qué
Acá Estamos?
Pedro: Después de estos 15 años de banda, es como un
aquí y ahora, aparte tiene que ver con el sonido, es el primer disco con el
quinteto pelado, salvo algunas canciones donde aparece Fargo, básicamente estuvimos
muy despojados, nos mordimos los dedos para no llamar a Vero o aquellos que
están siempre pero nos dimos cuenta que en lugar de grabar capas, el quinteto
es especial. Además tiene que ver con volver a la autogestión, estamos de
vuelta solos, sin discográfica que estuvo bien, pero en estos 15 años aprendimos
de caminar, pasito a pasito, nos ejercitamos en muchas cosas, en conocer gente,
de la cual nos nutrimos y aparte nos encuentra bien humanamente, muy compactos
y musicalmente también; con todo eso tiene que ver Acá estamos, es una frase
que te lleva a muchos lugares, a plantarse, el disco tiene un concepto de acá
estamos dándole batalla a quien venga, a pasarla bien, a armar la fiesta de siempre.
Andrés: Que estemos nosotros, más presentes, era un
poco reforzar esta idea de los cinco, más allá del laburo de atrás, los plomos,
los que laburan y no se ven pero siempre están y son fundamentales.
¿Por qué
la autogestión nuevamente?
Pedro: Se dio, teníamos contrato por un disco más,
pero ellos dependían de las crisis y los tiempos de la compañía se fueron
dilatando y la necesidad de sacar el disco nuevo era muy grande, desde octubre
del 2009 que no editamos disco nuevo y
ya teníamos que sacar el disco a fines del año pasado, teníamos el demo, las
canciones y bueno a plantear eso, ellos nos decían que no llegaban ordenes de
arriba, que no podían hacerlo y no nos garantizaban cuándo podía ser, nos
ofrecieron liberarnos de ellos y dijimos que sí, no
necesitábamos a nadie, empezamos el
proceso de grabación
solos de nuevo, se dio sin conflictos, fue una
decisión automática, necesitábamos sacar el disco, este camino de la
autogestión ya lo conocemos y a eso le
agregamos la experiencia de grabar en estudios importantes, por eso la
diferencia con antes es que ahora podemos ser más profesionales.
¿Cómo fue
trabajar con Tito Fargo?
Andrés: Tito a diferencia de Dani Biura (productor
de los discos anteriores), trabaja más sobre los audios, trata de no pisar, que
donde manda un charango no grabar ni percusión ni nada, cuida mucho de sobregrabar;
en los anteriores discos era difícil bajar los canales en la mezcla, en cambio
en este mezclar fue dejar todo en su lugar, fue muy pensado antes de entrar al
estudio. Además Tito es un tipo muy groso musicalmente y en lo humano, grabar
con un productor es tenerle la confianza para que funcione, cuando te dice algo
todos confiamos en el punto de vista y criterio de él, nos escuchó mucho y
formó parte a la hora de la decisiones y nos demostró su experiencia y
sabiduría. Es espectacular, sencillo,
estuvo con nosotros 5 días en el estudio al abasto, en la quinta, se vino con
su carpa y fue uno más de nosotros, fue una muy linda experiencia.
Pedro: Él le dedica mucha importancia al Groove, que
es como camina la canción, el laburo previo de la canción y eso se siente en el
disco, es la conciencia de la base de la canción, aparte entendió que el disco
tenga ese andar, un estilo, nosotros somos inquietos, probamos como suena, pero
en el estudio grabamos y confiamos tranquilo en que la cosa camine.
¿En cuanto
a las letras siguen apuntando a la lucha?
Pedro: Este disco es más amplio que los otros, tiene
cosas sociales importantes como las luchas campesinas, la sensación de despegue
de Latinoamérica, las cuestiones internas, pero también nos agarra con más madurez, la banda tiene
quince años y hay en cada uno experiencias, lo que hace que este disco sea
reflexivo, sin dudas que nos hay cuestiones que nos afectan y están presentes
en la banda. No sé si uno se pelea, una lucha en la música popular por tocar,
poder tener seguidillas de shows, llegar a todos los lugares donde se pueda, en
todo el país y afuera, creo que en ese sentido es una lucha más linda, poder
tocar en cada rincón del país, llegamos a lugares que no sabíamos que existían,
en un punto es bárbaro. A veces nos preguntan a dónde queremos llegar o cuál es
nuestro sueño y nosotros somos una banda que tiene como sueño tocar en todos lados,
seguir con lo que hacemos, con el compromiso que tenemos siempre, es algo que
nos conmueve y nos mueve a hacer esto, la lucha cotidiana, hacerlo cada vez
mejor, estuvimos en una gira en el sur, donde hicimos 15 shows en 10 días, tocando
en lugares como Sierra Grande , bolichitos donde entraban 60 personas y uno veía como se les iba transformando la cara
cuando escuchaban los temas y la movida que se armó en el lugar, eso es importante
y es la lucha cotidiana, aparte de eso, tocamos en luchas mas fuertes como Famatina,
con la madres, con hijos, en Chau Roca con Osvaldo Bayer.
¿Creen
que la música acompaña a la lucha o es una herramienta para difundir e
incorporarse a ella?
Andrés: Siempre es un ida y vuelta, se convoca
para congregarse y generar algo de la música, hay diferentes trabajos, el tema
es la extensión, qué es lo que se hace y lo que vuelve es alucinantes, uno se alimenta
de eso.
Pedro: depende de la movida, nosotros siempre estamos
cerca de Osvaldo desde el porqué de nuestro nombre y tocar en lugares así es
una movida y te viene gente que no conocían a la banda y les gustó y te viene a
ver después y al revés que nos vienen siguiendo y se acerca a la movida y te
agradecen por que se enteran de cosas, además de que colaboran con algo. Eso va
generando y desencadenando algo transformador, la idea es transformar las cosas
que no nos cierran, que no nos gustan, por eso intentamos que fueran diferentes,
es difícil lograrlo, pero hay que ir aportando ese granito de arena, está
dentro de nosotros buscar esa transformación, pero lamentablemente cada vez se
lee menos y por ahí gente como Osvaldo que no es tan valorado, es un gran
historiador y escritor, un tipo que tendría que tener más reconocimiento del
que tiene, pero su elección es vivir a lo anarco y ver las cosas de esa manera,
es fantástico y buenísimo, es una elección de vida que nosotros acompañamos y que la gente se acerque a
conocerlo es una alegría enorme, por eso estamos siempre ahí.
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