HERMANDAD DONDE TODO PUEDE PASAR

“Fraternidad” es una obra que trata de dos hermanas  de aproximadamente 50 años, mostrando sus diferencias, su infancia y lo que les sucede cuando están juntas. Uno de sus actores, Emiliano Santa Cruz, habló con Baldosas Flojas y nos contó como se mezcla la verdad con el humor y lo que genera el teatro en el espectador.

Todos los sábados a las 23hs en el teatro “El Vitral” - Rodríguez Peña 344 - sale a escena “Fraternidad” de Mariano Moro y dirigida por Diego Ventura. Es la historia de dos hermanas que demuestran sus diferencias y su pasado. Uno de sus actores, Emiliano Santa Cruz, habló con Baldosas Flojas y nos contó la obra, lo que puede generar el teatro y como lo viven los jóvenes.

¿Qué nos podes comentar sobre la obra?

Es una comedia de humor negro, con el humor rancio de  Mariano Moro, un marplatense galardonado en muchas partes del mundo, joven, alrededor de los treinta y pico, que tiene  buena recepción. Esta obra ya tuvo tres versiones, la última en el 2005. Ahora, en esta nueva versión, es otra apuesta donde los dos actores nos disfrazamos de mujer. En cuanto a la trama, es un dialogo entre dos hermanas de 50 años más o menos, que se sacan los trapos al sol y en donde todo puede pasar.

Aparte de humor hay temas serios de la vida cotidiana ¿no?

 Si bien no llega a ser un drama, entremezcla el humor con el drama. Sería una comedia con mezcla de absurdo total, las partes serias son para reflexionar, a nosotros nos costo por que venimos de hacer sólo humor. Hay un lado realista, salvo que somos hombres disfrazados de mujeres. Es interesante. Para las mujeres es genial por la identificación y las relaciones femeninas entre hermanas, primas, etc. Ellas tiene esa relación especial, es como un tira y afloje, esas chicanas con  humor femenino. Mariano es psicólogo y se da cuenta que la mujer tiene más rollo que el hombre, pero en todas sus obras hay mujeres fuertes. En esta en particular, la relación entre dos hermanas, una  ganadora, la otra a la inversa y de sus charlas puede suceder cualquier quilombo. Aparecerá la competencia constante. Una de ellas, Marta, la tiene de trapo de piso, pero cuando “la perdedora” la llama desde Salta para contarle que se va a suicidar, ella va para contenerla y ahí se empiezan a pasar factura.

¿Se piensa en el público?

Yo pienso siempre en el espectador por que el teatro es una obra de arte en movimiento, como un cuadro que lo podés poner en una habitación o en otra, te podes llevar algo. Con el teatro paso lo mismo, es una  aventura realista, posible, la idea es que la gente se meta en lo que estamos contando.

¿Se varia la obra de acuerdo a la reacción del publico?

Hemos cambiado cosas, las reacciones fueron diferentes en las dos funciones que por ahora llevamos,  las risas fuertes y otras risas de incomodidad, pero uno se lleva por las reacciones de los  ataques agresivos  que tienen esta dos hermanas. Pero en la primera obra hubo ocasiones de  risas, en la segunda era otra risa, otro publico mas ágil, por eso se  hizo interesante la función , esta bueno cuando se logra que la gente piense.

¿Se puede generar consciencia a través de una obra de teatro? 

En muchos casos si, el teatro es entretenimiento que está buenísimo, pero debe dejar cosas para analizar a la vez. De esta obra te quedas con lo psicoanalizado hasta llegar al límite. Puede pasar que uno se sienta estereotipado, el teatro expone cosas y uno puede verse reflejado, igual que una película, un libro. Es como mirarte en un espejo, que puede ser molesto pero te hace cambiar o reflexionar.

¿Cómo ves al adolescente y el teatro?

Hay más interés que cuando yo era adolescente, porque no estaba en el auge de hoy, no estaban de moda las escuelas de comedia musical o los profesores de teatro, estaba la carrera de actor que duraba  4 años, pero no se aprende a actuar sin hace teatro. Si bien no todos pueden trabajar de esto, tampoco sirve que te encierres a estudiar materias para ser actor, estudiar para no poder ejercer es inútil, hay que salir y mostrarte y mostrarse.